Slider

Cayendo en la comodidad

Ante todo en el día a día la practicidad, la comodidad y la facilidad son factores que influyen en nuestra forma de comer, me pasa un montón de veces, es más fácil comer un pan con queso que un elaborado sandwich de verduras, o algo preparado que satisfaga el hambre versus algo simple que de repente va a dar espacio al hambre en poco tiempo.

Venimos de costumbres de sabores, de condimentos, de algunos colorantes y sabores que nuestro paladar toma como agradables, pero cuando vas cambiando, cuando vas dejando algunas cosas y las comes de nuevo un tiempo después, es como que el sabor no era tan bueno como lo recordabas. 

Fui a una frutería y después de muchos meses (creo que un año o más ya) de no comer una ensalada de frutas preparada, me pareció tan desagradable y falso su sabor, tan artificial, que no pude comer ni siquiera uno entero, cuesta obligar al paladar cuando ya no le agrada algo, pero también sorprende mucho, te da como una alegría ver que dejas de comer algo porque ya no te gusta, más que te obligas a dejar algo que te gusta por cuestión de peso o de salud, el cuerpo toma su tiempo pero se limpia de lo artificial y te pide natural, siempre te recuerda lo bien que eso le hace.

Así que tal vez al inicio cuesta un poco dejar ciertos gustos, pero una vez que pasa un periodo de limpieza, el cuerpo no lo extraña, capaz la mente te hace creer que sí por los sentimientos asociados con esa comida, pero me pasó ya varias veces que vuelvo a comer algo que había dejado de comer y me resulta muy dulce, fue artificial y ya ni siquiera me produce la misma alegría que hacía cuando comía antes, el comer asociado con sentimientos suele ser un problema por resolver emocionalmente, pero si solo es por el gusto de comer, eso se puede reemplazar con buenos alimentos que dan nutrientes que producen reacciones hormonales y dan felicidad.

¡Las frutas son mi mejor antidepresivo!


0 comments:

Publicar un comentario