Transición

Cuando hablamos de alimentación mucha gente tiene su opinión formada, de esa gente, algunas personas la forman por el paladar (me gusta lo que como), otros por salud (esto me hace bien), otros por creencias (esto es bueno para el planeta) y un sin fin de motivos.

Realmente respeto que la gente coma lo que quiera, respeto aún más a la gente que come informada de lo que está consumiendo, con consciencia y ahora mismo mi mayor respeto va a la gente que trata de romper estructuras mentales infundadas por el masivo marketing de la industrialización, para los que somos solo un número de cliente, no un ser humano.

Admito que a veces me dan ganas de opinar sobre la alimentación de mis amigos cuando comen frente mío, ver esas cosas que se meten en el cuerpo y después dicen cosas como: "No duermo bien" "No pierdo peso" "Tengo gastritis" "Estos granitos no me desaparecen" entre muchos comentarios más. Yo no soy aún la imagen viva de la salud, pero mi cuerpo y mi mente se vieron beneficiados de mis cambios, porque había decidido no consumir tantos lácteos y también bajar el consumo de comidas cocinadas pero después de un viaje donde (por falta de opción) me vi consumiendo mucho queso me percato de que tengo que abandonar por completo los lácteos de todo tipo para estar más saludable, así como la comida cocinada disminuirla a su mínimo si no eliminarla.

¿Cuál resulta el desafío en todo el proceso? Las amistades, las salidas que giran en torno a comer y tomar, los encuentros que envuelven cafeterías o restaurantes y las personas que no entienden cuando les decís "No gracias, no tengo hambre" e insisten que aunque sea te tomes un café o una gaseosa (ambas cosas ya eliminadas de mi alimentación).

Investigando me encontré con varias lineas de alimentación (sí, existen tantas) y cada una con argumentos muy interesantes, pero me sentí tan identificada con la historia y las decisiones de una en particular, Frelee es una persona con ideas y explicaciones que me convence, ella cuenta su historia y da datos desde sus investigaciones y experiencias, las cuales al inicio me parecían un poco intensas y extremas pero que con mi propia percepción me comenzaron a resultar bastante coherentes. Conseguí su libro Go Fruit Yourself! y lo leí tomando notas, ahora conseguí el libro del Dr. Douglas Graham - 80/10/10 que a pesar de toda la pelea dentro de la comunidad Fructivora, quiero leer por ser uno de los pioneros en este tipo de alimentación.

Y bueno, ahora el desafío es este, embarcarme en este tipo de alimentación no sé si de modo permanente pero sí por un tiempo razonable, como para sentir los efectos, no me tomó 3 meses llegar a dañar a mi cuerpo, fueron años de alimentación incorrecta y sedentarismo, para cambiar hay que darse más de 3 meses de prueba, hay que comprometerse con uno mismo.

Los posts anteriores hablan mucho de comidas cocinadas vegetarianas y veganas, no los quiero eliminar, puede servir para que algunas personas cambien de estilo de vida, pasar a ser vegetariano ya es un gran cambio para el planeta y tu salud, así que si ayuda a alguien, ahí permanecen.

No sé si de la noche a la mañana voy a poder cambiar sabiéndolo todo, lo que vaya aprendiendo y cambiando, toda la experiencia va a lo que vaya posteando en este blog, lo más importante o lo que para mi es el pilar de todo lo relacionado a la alimentación es que el cuerpo necesita nutrientes que muchas veces no le damos, el cuerpo sabe lo que necesita y los "antojos" si son reemplazados, desaparecen. Gente dentro de mi grupo de amigos me dicen que ya voy a un extremo, pero cuando me atiborraba de azúcar y comida llena de conservantes no decían lo mismo, así que respeto su comentario pero es mi cuerpo y mi compromiso conmigo misma, no tendría porque ser un problema para los demás, así como vos, si me leíste hasta el final, pensa como queres vivir los próximo 20, 30 o 50 años de tu vida, comiendo todo solo porque es rico y con millones de problemas de salud, o disfrutando de la vida con una energía que es la que tu cuerpo te otorga si le das el combustible correcto. ¡Vamos por más frutas!